REIKI
Es una práctica pseudocientífica creada en 1922 por el budista
japonés Mikao Usui, y que se ha ido desarrollando, y a su vez evolucionando por
sus descendientes.
La técnica comúnmente se llama imposición de manos o toque
terapéutico, es decir, que la energía universal (reiki) pasa a través de las
palmas de la mano del practicante en forma de ki, que es lo que permite la
autosanación y un <<estado de equilibrio>>.
El ki es una supuesta fuerza vital utilizada en el reiki.
No se han dado casos de que esta terapia alternativa haya curado a
alguien.
TEORIA
Es un sistema de armonización natural en la que se utiliza el no
demostrado ki para tratar enfermedades y desequilibrios físicos, mentales y
emocionales.
El comienzo del reiki consta en 1922, en la cual el monje zen
japonés Mikao Usui afirmó haber redescubierto esta técnica de sanación
milenaria tras haber alcanzado el máximo estado de iluminación y plenitud
(satori).
Sólo por
hoy (Kyou dake wa)...
No te
irrites (Ikaru na).
No te
preocupes (Shinpai suna).
Sé
agradecido (Kanshashite).
Trabaja
con diligencia (Gyou wo hageme).
Sé
amable con los demás (Hito ni
shinsetsu ni).
Esta oración es recitada por los/as practicantes de este tipo de
terapia alternativa antes o después de la meditación.
El primer sitio donde se empezó a enseñar el
reiki fue creado por Mikao Usui al constituir Usui Reiki Ryoho Gakkai en 1922 y
contaba con los cinco principios descritos en la oración, aparte de los 125
wakas escritos por el emperador Meiji como complemento durante la meditación.
PRÁCTICA:
Consiste en un paso de nuestra
“energía vital” a través de las manos -que actúan como canal- al cuerpo que
queremos sanar.
Pero tiene diversas
contraindicaciones:
-
No
se debe utilizar durante operaciones, debido a la naturaleza curativa de esta
terapia.
-
No
se debe utilizar en huesos fracturados hasta que no se haya recolocado el
hueso.
Tipos de Reiki:
-
Japonés
Tradicional: Mikao Usui
-
Occidental:
Chuhiro Hayashi
Ciencia y Reiki:
La “energía” de esta terapia
alternativa es imposible de reconocer, y durante un tiempo se creía en ese
misticismo, pero en un experimento realizado por la niña Emily Rosa, de 9 años
de edad demostró que esa “energía” llamada ki no existía.
Jesús Palomo de Guzmán 1ºA de Bachillerato
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